Y por fin llegó el día en que el motor estuvo arreglado. Tras una dura jornada más del mecánico, y aunque los planes de ir a Ibiza con Iker y Lierni ya habían pasado a mejor vida, salimos a navegar por primera vez el día 21 de julio, con la inesperada sorpresa de un mar de fondo bastante importante que hizo de todo menos cómoda nuestra primera incursión por la bahía de Almería. Craso error, no haber mirado lo que se cocía más allá de las aguas del puerto...
Cada pantocazo (golpes del barco contra el agua, a merced de las olas) me golpeaba mi todavía escaso espíritu marinero, hasta dejarme a la altura del Bob Esponja, con un acojone propio de una lubina ante el certero fusil de cualquier miembro de la familia Rapiñez...
Más tarde haríamos buenas risas recordando esta corta pero intensa experiencia, delante de una cerveza y unos boquerones...Dos días después volvimos a salir, esta vez más preparados, con nuestros chalecos salvavidas bien calados. En esta ocasión sacamos velas a todo trapo, mayor y génova, con cierto viento pero cómodo para navegar. Avistamos un pequeño chinchorro a la deriva y fuimos tras él, consiguiéndolo izar al barco tras varias maniobras. Esta jornada no quedó exenta de susto, ya que una servidora estuvo bien a puntito de recibir un botavarazo en la pelota (botavara: el palo horizontal que sujeta la vela mayor en su parte inferior). Casi pierdo la cabeza y por ello gané un casco, que Koldo tuvo a bien en comprarme en cuanto le fue posible...
Aún salimos un día más en compañía de Iker y Lierni, previa lectura de cartilla del capitán, que como buen responsable, teme por la integridad física de sus tripulantes.
Practicamente todos los días culminan con una barbacoa, de la que Koldo se está haciendo un experto con sus especialidades en todo-lo-que-pilla al papillote: verduras a cascoporro, pescado recién traido de la mar, y algún que otro secretillo que no voy a desvelar hasta que no descartemos la posibilidad de montar un restaurante especializado en la Nouvelle Cuisine Mariniére Empapillotée... Pero vamos, que ni Giorgie Dann...
En las ocasiones más divertidas, estas barbacoas fueron en compañía de los miembros de tres estupendas familias (Carmelo y Lourdes; Manuel, Geli y Cristina; Luis, Ana y Paula) que en el Olaje y el Crismi partieron del puerto rumbo a Ibiza. A ellos les debemos las risas más escandalosas que en tiempo se han escuchado en dicho puerto...
4 comentarios:
Ja, ja, ja! zelako barreak egin ditugun zure komentarioak irakurtzen eta bizi izan gendun esperientzia gogoratzen. Full equip zoazenean, hau da, linea de vida, arnesa, txalekoa eta orain kaskoa! atera argazki bat eta blog-era igo, mesedez!
Muxu bana eta zorte handia!
Oso ondo pasa!
Yujuuuu!!! Bien, bien, bien, por fín barco al agua... Bueno Akilla y patrón ahora a navegar viento en popa y a disfrutar pero con cuidadito eh??? Besos gordos. Cecilia, Lola y María
Umm!!! Esto suena más a aventura gastronómico-marinera. ¿Estáis ya rumbo a Ibiza?
¡¡ Pues que lo naveguéis bien, pareja !!
Ahora en lugar de aguantar la pregunta de "¿cuándo lo botáis?" os toca la de "¿cuándo llegáis a Vladivostoc y me traéis una figurita?".
Oye, y otra pregunta,¿chinchorro es una barca o algo así? Mira que como sea un bicho llamo a Grinpís y la lío parda.
Publicar un comentario