Ya
hemos soltado amarras del puerto de Almerimar, donde cerramos un
círculo hace ya medio año. De
aquel ciclo sacamos varias conclusiones, principalmente, que navegar
es más duro de lo que parece y que hay que estar preparado física y
mentalmente para todo tipo de incomodidades, de imprevistos, de
sustos, de noches largas de travesía, etc. porque para lo bueno uno
siempre está preparado: puestas de sol, cervecitas frescas, baños
estimulantes, paisajes maravillosos...
Y
así, con la pequeña escuela que tenemos y la que nos espera por
delante, emprendemos otra vez esta aventura, tratando de interiorizar
el espíritu del viaje, de cualquier aventura, la esencia, que tan
poéticamente reflejó Kavafis en su obra Itaca
y que Carmen, tan acertada ella, me descubrió hace algún tiempo.
Desde entonces, no lo he dejado de tener presente, gracias. Y ánimo
a todos aquellos que buscáis vuestra Ítaca particular, en las
innumerables formas que ésta pueda adoptar, muchos ya lleváis un
largo y fructífero camino (ánimo Xavi).
ITACA
Cuando
emprendas el viaje hacia Itaca
ruega
que el camino sea largo,
lleno
de aventuras, lleno de descubrimientos.
A
Lestrigones, Cíclopes,
al
colérico Poseidón -no temas:
nunca
hallarás tales seres en tu camino,
nunca
mientras altos sean tus pensamientos,
mientras
una extraña emoción
estimule
tu alma y tu cuerpo.
A
Lestrigones, Cíclopes,
al
fiero Poseidón nunca encontrarás
a
menos que en tu alma lo lleves dentro,
a
menos que tu alma los ponga ante tí.
Ruega
que el camino sea largo.
Que
sean muchas las mañanas de verano en que,
con
gran placer y alegría,
entres
en puertos desconocidos;
podrías
detenerte en los mercados de Fenicia
y
comprar hermosas cosas,
coral
y nácar, ámbar y ébano,
toda
clase de perfumes sensuales...
adquiere
tantos como puedas;
podrías
visitar muchas ciudades egipcias
y
no dejar de aprender de sus sabios.
Que
siempre Ítaca esté en tu pensamiento.
Llegar
ahí es tu destino.
Pero
nunca apresures el viaje.
Es
preferible que dure años,
que
seas viejo cuando alcances la isla,
rico
con todo lo que habrás ganado en el camino,
sin
esperar que sea Ítaca quien te haga rico.
Ítaca
te dio un maravilloso viaje.
Sin
ella no habrías partido.
Pero
ella no tiene más que darte.
Y
si la encuentras pobre, no creas que Ítaca te ha engañado.
Sabio
como te has hecho, tan pleno de experiencia,
habrás
entendido lo que significan las Ítacas.
Constantin
Pétrou Kaváfis (Alejandría 1863-1933)
2 comentarios:
Qué bien que vuelves a escribir en tu blog Anuskilla, seguiremos vuestras aventuras con mucho interés, cuidaros mucho, besos gordos
Que la travesía sea larga pero sin tempestades, sin temporales y con viento, pero no demasiado, lo suficiente para llegar a Itaca sanos y salvos.
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