Quizá algunos de vosotros (afortunados) recordaréis Cicely como aquel pequeño pueblo nórdico donde se desarrollaba la serie Doctor en Alaska. Aquel lugar en donde los alces campaban por las calles a sus anchas, donde una india nativa compartía consulta con un doctor judío neoyorquino. Y donde un tal Chris Stevens, ex-convicto, repartía lecciones filosóficas desde su micrófono de locutor de la radio local K-OSO.
Porque Cicely es un lugar de encuentro, de sueños, de historias, de reencuentros y desencuentros, de experiencias vitales, iniciáticas.... Porque en ningún lugar como en Cicely se funde la población con la naturaleza y con sus creencias nativas y tradiciones atávicas. Porque es un pueblo habitado por gente excéntrica, lunática, maniática, porque no hay otra serie que como Doctor en Alaska, nos haya hecho reflexionar y disfrutar y mirar dentro de nosotros. Por eso hemos querido hacer un homenaje a un pueblo ficticio que nos hubiera encantado conocer.
Para nosotros Cicely también es un lugar. Un lugar móvil. Un sueño, una responsabilidad. Un hogar. Y esperamos que también sea un lugar de encuentros. Cicely es un destino en sí mismo y un medio para navegar. Y para aprender a volar. Libres. Como siempre quisimos ser.
Sueños
“En los sueños comienza la responsabilidad”, escribió el poeta. Y quizás así es. ¿Podría ser que tomamos nuestros sueños demasiado a la ligera? ¿Esas imágenes de lugares desconocidos no podrían ser de hecho ángeles en vuelo, nuestras almas por los aires? Recientes experiencias han hecho que vuestro servidor penetre de nuevo en las espesuras de lo metafísico. Y por insólito que parezca en esta era de lo racional emergí del lado de los que no tienen más remedio que depositar su fe en cosas difícilmente explicables. Abríos a vuestros sueños, amigos. Abrazad esa orilla distante, porque nuestro viaje mortal termina demasiado pronto. “Las altas torres, los bellos palacios, los templos solemnes, todo el globo en realidad, todo ello terminará por disolverse. Y como una pantomima insustancial no dejará el menor rastro. De la misma sustancia de los sueños estamos hechos. Y nuestras pequeñas vidas terminan con un sueño”.